Compartieron el lugar donde el sol se conservaba inclemente cada día mientras el viento arrasaba todo a su paso y cuantas veces quería.
Vidrio llevaba muchos años pegado al marco de la ventana delas paredes del tercer piso de la torre Malicia. Su existencia fue aburrida hasta que nació el enérgico, gracioso, ingenuo y soñador incansable, Coco.Desde entonces, Vidrio disfrutaba al máximo de la compañía de su entrañable amigo quien con sus ocurrencias, lo hacía olvidar su realidad logrando algunas veces transportarlo a sus sueños de viajar por el mundo.
–Sólo cuatro pisos nos separan de la felicidad y de la oportunidad de cambiar nuestras vidas, juntos podremos conocer esas calles que tantas veces miramos desde aquí arriba. Mañana será el gran día, ¡nuestro día!–gritó Coco emocionado mientras su amigo Vidrio lo miraba extrañado.
Coco había preparado su caía con anticipación:
–Caeré entre su camisa y ya está. Caeré entre su camisa y ya está, caeré entre su camisa y ya…
–Deja de decir bobadas Coco..
Vidrio calló a su amigo porque se había encariñado y acostumbrado tanto a él, pero nunca se atrevió ni a decirle que lo quería, ni a contarle cuál sería el final de su destino; si intentaba hacer lo que quería hacer. El mismo Vidrio había visto a varios Cocos hacer lo mismo por varios años y todos terminaron en la camioneta de Patricio que los vendió como comida para humanos.
Pero Vidrio también sabía que su tiempo se le acababa y que no había hecho nada para ser feliz. Su marco se había aflojado con los años y muy pronto si no lo removía una ráfaga de viento, lo haría un humano despegándolo como le había pasado a los demás vidrios del edificio.
–Ensayemos mi querido Vidrio. Cuando yo te diga: ¡VámonosVidrio! ya es hora. Vámonos a descubrir el mundo que hay allá abajo, tú te lanzas de inmediato.
–Estás loco Coco ¿qué no lo entiendes? Caer allá abajo es mi muerte y también...
Vidrio se veía disgustado y a la vez asustado.
–Esta bien, Vidrio como quieras. Tú puedes seguir ahí, incrustado en esa enorme y horrible ventana del edificio más viejo de la calle y viendo pasar la vida, así, sin mayores emociones. Pero yo, me arriesgaré. Esperaré hasta que el musculoso de Patricio esté a punto de agarrarme con sus manos malolientes y me le meteré en su camisa. Me pegaré de su cuerpo como un pulpo hasta que baje de la escalera y ¡ya está!, estaré en tierra firme. Es un gran plan, ¿no crees, amigo?
–Es un terrible e ingenuo plan, Coco.
–Anímate Vidrio y lánzate mañana conmigo. Sé que puedes hacerlo.
Vidrio aprovechando la arena que lo cubría, le sonrió a Coco dibujándole una carita feliz.
–Ya es hora de descansar Coco, faltan pocas horas para tu gran día y necesitas todas tus fuerzas para lo que piensas hacer.
–Tienes razón Vidrio, descansa tu también. Te quiero, amigo.
Vidrio sabía que esa sería su última noche con Coco y no pudo evitar sentir que una profunda tristeza lo embargaba de punta a punta.Mientras Coco dormía, Vidrio dibujaba círculos, estrellas y corazones en el firmamento hasta que el sueño lo venció y cayó profundo.
Muy temprano en la mañana, un destello de luz reflejado enVidrio, despertó a Coco:
–Mírate Vidrio te ves fantástico hoy, el sol está reflejado en todo el centro de tu cuadriculada figura ¡es una señal! tienes que lanzarte conmigo. Tienes que lanzarte conmigo Vidrio, tienes que lanzarte amigo.
–Deja de decir bobadas Coco, concéntrate, mira quién viene subiendo.
Coco sintió un terrible vació en su ahuecado estómago cuando miró hacia abajo y luego a Vidrio hablándole en voz baja como si Patricio pudiera escucharlo:
–Soñamos con esto Vidrio, tu y yo somos diferentes al resto.No son nuestros cuerpos, de coco y de vidrio, los que nos impiden ser felices sino nuestra mente limitada que se niega a soñar en grande. La magia hará lo suyo, sólo tenemos que creer que es posible. Oh, no, es hora, es hora.¡Despréndete y salta conmigo Vidriooo!
Vidrio estaba feliz de ver que su amigo había logrado entraren la camisa de Patricio, pero algo, que ocurrió de repente, cambió sus planes de quedarse allí el resto de sus días. Los rayos del sol comenzaron a quemar la pared donde Vidrio había estado pegado por años. Solo era cuestión de decidirse, de empujarse un poco hacia delante y luego hacia atrás para desprenderse de su alrededor, de tanto cemento que le había impedido ser feliz.
Ésa era su oportunidad, o se arriesgaba a saltar o sería remplazado por otro vidrio y no volvería a ver a su amigo Coco. Vidrio miró por última vez el reflejo del sol y comenzó a decir: Caeré entre su camisa, caeré entre su camisa, ¿pero que estoy diciendo? Oh no, no puede ser.
Vidrio vio la cara de Patricio que boca arriba se cayó de la palmera mientras gritaba:
–¡Auxilio!, ¡Alguien que me ayude!
Vidrio que iba directo a caer encima de Patricio:
–¿Por qué te soltaste de la palmera, Patricio? ¡Porquéee! Caeré encima de Coco, caeré encima de Coco. ¡Quítate Patricio, quítate de mi vista!
Pero por más fuerte que Vidrio gritó, Patricio no lo escuchó. Para evitar caer encima de su amigo Coco y de paso también encima Patricio, Vidrio pensó que si se extendía lo más que pudiera cada una de sus puntas lograría desviarse, aunque fuera tan solo un poco, de la dirección en la que todos caerían. Pero esa maniobra lo mataría y no le importó con tal que Coco sobreviviera.
Ni Coco, ni Vidrio lograron el plan de sostenerse dentro de la camisa de Patricio que cayó de cuatro metros de altura al piso. Pero justo en ese mismo momento, el destello de luz que había despertado a Coco esa mañana se reflejó muy intenso en el centro de la cuadriculada figura de Vidrio hasta que lo rompió y con cada pedazo de vidrio envolvió a Coco en una especie de burbuja para que no se golpeara con el suelo, pero una vez en el piso todos los pedazos de Vidrio quedaron esparcidos por la calle. Nadie esperó lo que pasó, porque fue sencillamente, ¡fantástico!:
El mismo destello de luz comenzó a reunir pieza por pieza deVidrio y luego recubrió con todos ellos a Coco. El resultado: Un hermoso Coco deVidrio brillante por cualquier lado por donde se le mirara.
–¿Cómo lo lograron? –preguntó la periodista que llegó al lugar.
–Fue Coco, esa es la verdad.
–No seas modesto Vidrio, fuiste tú, ¡fuimos los dos, amigo!.
Su nueva forma, su belleza y el radiante brillo llevaron aCoco y a Vidrio a viajar por el mundo, conocieron diferentes lugares y museos.Lograron hacer realidad sus sueños y se convirtieron en el único Coco de Vidrio del planeta.
La determinación de Coco, la amistad de Vidrio y el coraje que tuvieron los dos activaron la magia; aquel destello de luz que admiró su valentía, los recompensó con muchos más regalos.
Patricio no pudo tener menos suerte. La cara de susto después de la caída de la palmera salió en todos los periódicos y lo que dijo también le dio la vuelta al mundo: “Todo es posible si no míreme a mí, un Coco y un Vidrio que cayeron del cielo me cambiaron la vida”.