Niños sonríen y muestran los dibujos que hicieron

Clase de los Sueños. Buga - Colombia 2018

Despertar, respirar profundo, sonreír, amar, escribir, reconocer mis errores, perdonar.

Agradecer por todo; los momentos, los cambios, las personas que están, que vinieron y se quedaron y también por las que se fueron. Por el aprendizaje constante y por la fragilidad de la vida misma.

Termino una semana con reverencia, con profunda gratitud de contar contigo, mi lector de corazón, por permitirme entrar en tu vida cada vez que lees una frase o una de mis historias. Agradezco por el propósito: tocar corazones.

Estoy feliz por la energía maravillosa que me brindaron mis niños de Buga, por la oportunidad de conocerlos y visitar esta ciudad una de las más antiguas de Colombia. El río Cauca fue testigo del inicio de la Clase de los sueños.

Pese a las condiciones del lugar, demostramos que para soñar se necesita CCA: crear, creer y actuar. Fue una tarde mágica, increíble; llena de sueños, sonrisas, historias, abrazos y mucho amor en el espacio.

Tocar corazones a través de mis escritos es una forma de retribuir al Universo el camino de convertirme en escritora y mantener la misma emoción que me produjo terminar el primer relato, publicar la primera frase o mensaje; hacer el primer vídeo inspirada en mis lectores de corazón. Siento cosquillas en la panza cada vez que recuerdo esos momentos y pienso en este presente maravilloso que tengo, es imposible no sonreír.

Gracias de nuevo por seguirme, por visitar www.1esmasquepalabras.com, por el tiempo que sacas para leerme.

Lo que brota de tu corazón es lo que siembras.