Un gato con la mirada hacia arriba como si quisiera algo.

Homenaje a Raymond Queneau

Ejercicios de estilo de Queneau:

Texto original: La señora abre la puerta y el gato sigue ahí, mirándola. Maúlla y ella cree que es porque tiene hambre. Sale al supermercado a comprarle alimento y un par de vasijas para el agua y la comida. La señora regresa a casa y el gato ya no está. Entonces le deja afuera de la puerta de la casa, agua y la comida, por si el gato decide volver y luego regresa a su que hacer matutino. Después de un rato, se asoma a la ventana y ve que el gato está comiendo. Se queda tranquila y feliz, porque en el fondo siente que ahora él será su compañía.

Estilo Subjetivo: Seguramente me sentía sola, por eso cuando abrí la puerta y vi a ese gato mirándome, pensé que podría ayudarle y de paso que fuera mi compañía. Salí corriendo al supermercado a comprarle recipientes para el agua y la comidita. Sentí angustia cuando regresé y no lo vi, pero algo me dijo que volvería, así que le dejé servido afuera de la puerta de la casa. Estaba haciendo oficio cuando lo escuché maullar, de inmediato me asomé por la ventana y el gatico a penas me sintió, volteó a mirarme, lo recuerdo como si fuera ayer. Desde entonces el gatitico viene a verme cada mañana, me acompaña a leer y luego cual vagabundo se pierde en la noche, pero siempre regresa. Mish así lo bauticé, hace parte de la historia de mi vida y espero estar con él hasta muchísimos años.

Estilo Relato: Es sábado en la mañana y el calor es sofocante. Margot abre la puerta para barrer la entrada cuando de repente aparece un gato con manchas blancas con mezcla entre leopardo café que se le acerca demasiado. Margot acaricia la cabeza del gato y le pregunta si tiene hambre. En la cocina hay algo de dinero y corre al supermercado que está en la esquina, pero antes le dice al gato que la espere. En la sección de animales, Margot ve mil cosas para gatos: galletas, juegos, collares, etc., le gustaría comprarle de todo, pero no le alcanza así que solo compra una bolsa pequeña de alimento para gatos adultos y dos recipientes; uno para el agua y el otro para la comida. Margot regresa con una gran sonrisa en la cara, pero cuando llega a la casa, el gato ya no está. Con los hombros caídos y la mirada al piso, Margot abre la puerta y al cerrarla piensa que si el gato estuvo ahí una vez, volverá; por eso deja afuera de la casa los platos con suficiente agua y comida y vuelve a limpiar los cuartos y la casa. Cuando escucha al gato maullar baja rápido las escaleras, se emociona de ver por la ventana que el gato había vuelto. Margot abre la puerta y lo acompaña a comer mientras acaricia su cabeza. Le puso Mish y desde ese día se convirtió en la compañía que necesitaba.

Estilo Propaganda Editorial: En este libro se describe el momento en el que una visita inesperada cambia la vida de la escritora que no sale de la casa si no es necesario, porque está en medio de la novela que tiene como protagonistas a una solitaria mujer y un gato que se ven envueltos en una historia que nace en el instante mismo en que Margot decide darle de comer al gato que llegó a su puerta. Cuando regresa de comprarle comida, el gato ya no está, pero es tanto el deseo de volver a verlo que regresó después de un tiempo. Desde ese momento fue su cómplice y compañero de su amada soledad. Con él a su lado, Margot siente que puede enfrentar cualquier miedos y vencer los fantasmas que la atormentan por las noches.

Estilo Poético: Como un rayo de sol llegaste a mi vida esa mañana. ¿Quien pensaría que tú serías mi mejor y única compañía? Que susto me pegaste cuando te fuiste menos mal volviste sino no tendría paz en mi alma. Mira pedazo de vida, compré cosas para ti, conmigo nunca más te faltará agua ni comida y además tendrás muchos juguetes. Ahora tienes toda la atención de mi presente y cuidaré de ti por siempre.

Estilo Ignorancia: ¿Quién abrió la puerta? Yo, porque escuché que había algo, o mejor, alguien afuera. ¿El gato está asustado o necesitado? una de dos. Creo que es la primera vez que veo un gato como este. ¿Será que la madre naturaleza me perdona si no lo ayudo? -¿Cómo que gasté mucho dinero, no? Con cincuenta dólares no es tanto, ¿o sí? Bueno y eso que sólo fue el alimento para gatos adultos y un par de platos para el agua y la comida. Ahora que lo pienso, ¿Será que debí comprarle alimento para cachorro? es que sin saber cuántos años tiene es muy difícil. ¿También debí comprarle galletas, no? ¿Y qué tal que le gusten los postres como a mí? Le compraría todo lo que me pidiera, eso sí, porque yo creo que tuvimos una conexión, ¿la tuvimos? Si vas a salir por la noche gato, por favor no llegues tan tarde y tienes que prometerme que cada mañana nos contaremos lo que hicimos la noche anterior.